Super paper Mario

Ayer terminé con la última aventura de "papel" de Mario, 'Super paper Mario', un juego de Intelligent systems para Nintendo Wii.

La historia empieza así:

Todo comienza cuando un personaje llamado Conde Cenizo busca hacer desaparecer todo el universo por un enorme agujero negro, para lograrlo un antiguo libro mágico llamado Pronósticus Nigérum relata que debe ocurrir la boda más extraña de todos los tiempos, por lo que el conde decide que la pareja ideal para este propósito son Bowser y la princesa Peach. El juego comienza con el secuestro de ambos y la celebración de la boda pero como Peach se niega a aceptar la fiel asistente del conde Nastasia usando su poder de hipnosis logra hacer que Peach diga que acepta. Ahora Mario debe encontrar los 8 corazones puros para salvar los mundos de las diferentes dimensiones. En un principio contará sólo con la ayuda de un Pixelito llamado Pisti, pero luego lo ayudarán Peach, Bowser, Luigi, y más Pixelitos que irán dando diferentes poderes y habilidades a los protagonistas.

La verdad es que el juego está plagado de guiños al universo de Mario, y también al mundillo de los videojuegos en general, con ese humor tan característico que parodia todo ^^


He de decir que soy un entusiasta de este estilo, 'Paper Mario: Y la puerta milenaria' me fascinó, así que no dudé en jugar a su predecesor (que aún tengo a medias) y pillarme 'Super paper Mario', aunque este último tenga una mecánica tan diferente.

Cabe destacar la peculiar evolución que ha seguido la saga "papel" de Mario, si en el primer 'Paper Mario' nos encontramos un RPG con guiños al universo plataformero de Mario, aquí nos encontramos un juego de plataformas con tintes de RPG, donde subiremos de nivel, tendremos objetos para recuperarnos, y podremos llevar a cabo diversas misiones secundarias.

Gráficamente el juego me ha gustado, pero hay algo que no me ha terminado de convencer, y es que aquí la mayoría de los efectos "papel" de las anteriores entregas han dejado paso a otro tipo de efectos, por ejemplo, si en los anteriores juegos aparecía un puente éste lo hacía desplegándose, como si fuera un papel que se desdobla, aquí en cambio salen unas líneas que lo van perfilando, y una vez terminado el proceso de dibujado aparecen los colores, no es un mal efecto, pero a mí me gustaba más el anterior.

Respecto al control, el juego no aprovecha el mando de Wii más que para cuatro tonterías, se nota que el juego estaba pensado inicialmente para GameCube, pero bueno, menos es nada.


En definitiva, el juego sigue manteniendo esa frescura típica de la saga, aunque con esta entrega se posiciona en un término medio entre las plataformas y los RPGs que puede no gustar a muchos, demasiado lento para los que busquen un plataformas clásico, y demasiado lineal para los que busquen un buen RPG. A mí por suerte no me ha desagradado ese punto medio ^^


Ho!