'Wario land II' fue sin duda la confirmación de que el nuevo rumbo que cobraba la saga protagonizada al principio por Mario fue todo un acierto, Wario, en 1999, parecía hacerse un hueco en la nueva portátil de Nintendo, Game Boy Color.
En esta entrega Wario es asaltado en su castillo mientras duerme, robándole todos los tesoros, por lo que Wario se embarca en una nueva aventura con la intención de recuperarlos todos.
Una de las novedades de esta entrega es que Wario será invencible, y sus habilidades variarán según los estados que pueda alcanzar al entrar en contacto con según qué enemigos, por lo que en esta ocasión no tendremos que preocuparnos en buscar los sombreros más adecuados y sí en recorrer hasta el último píxel de cada pantalla.
También se optó por un juego repleto de secretos, hasta el punto de que el juego contará con 5 caminos diferentes, con diferentes fases cada uno, algunos caminos será fácil encontrarlos, otros en cambio no, lo que sumado a lo que tendremos que explorar cada fase para encontrar los tesoros nos da muchas horas de juego.
Si me preguntaran por uno de mis juegos preferidos de Game Boy Color diría este sin dudarlo, uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos, de los que conservo la partida completada al cien por cien como un trofeo, por todas las horas que dediqué buscando tesoros que se me resistían, o caminos alternativos.
Aunque el juego aquí saliera para Game Boy Color, inicialmente era un juego para Game Boy, por lo que el juego salió en un cartucho del tipo B con una paleta de colores para jugar en Game Boy Color, pero con la posibilidad de jugarlo también en Game Boy pocket, o la clásica Game Boy, con las limitaciones gráficas que ello implicaba. Pese a ello técnicamente es un juego a la altura de la plataforma, con unas melodías pegadizas.
Con esta entrega Wario se terminaba de consagrar en este mundillo, permitiendo así que la saga evolucionara con menos limitaciones gracias a sus peculiares características.
Ho!
En esta entrega Wario es asaltado en su castillo mientras duerme, robándole todos los tesoros, por lo que Wario se embarca en una nueva aventura con la intención de recuperarlos todos.
Una de las novedades de esta entrega es que Wario será invencible, y sus habilidades variarán según los estados que pueda alcanzar al entrar en contacto con según qué enemigos, por lo que en esta ocasión no tendremos que preocuparnos en buscar los sombreros más adecuados y sí en recorrer hasta el último píxel de cada pantalla.
También se optó por un juego repleto de secretos, hasta el punto de que el juego contará con 5 caminos diferentes, con diferentes fases cada uno, algunos caminos será fácil encontrarlos, otros en cambio no, lo que sumado a lo que tendremos que explorar cada fase para encontrar los tesoros nos da muchas horas de juego.
Si me preguntaran por uno de mis juegos preferidos de Game Boy Color diría este sin dudarlo, uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos, de los que conservo la partida completada al cien por cien como un trofeo, por todas las horas que dediqué buscando tesoros que se me resistían, o caminos alternativos.
Aunque el juego aquí saliera para Game Boy Color, inicialmente era un juego para Game Boy, por lo que el juego salió en un cartucho del tipo B con una paleta de colores para jugar en Game Boy Color, pero con la posibilidad de jugarlo también en Game Boy pocket, o la clásica Game Boy, con las limitaciones gráficas que ello implicaba. Pese a ello técnicamente es un juego a la altura de la plataforma, con unas melodías pegadizas.
Con esta entrega Wario se terminaba de consagrar en este mundillo, permitiendo así que la saga evolucionara con menos limitaciones gracias a sus peculiares características.
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