¿Quién le iba a decir a Alonso que iba a poder aspirar a una victoria tal y como le estaba yendo la temporada?, pues seguramente sólo Piquet, quien estuvo cerca de ella en unas condiciones parecidas, y quien brindó al asturiano la oportunidad de ganar el primer GP nocturno de la historia de la F1.
Parecía que el R28 de Alonso iba bien en el circuito urbano de Singapur, pero ayer un problema con la bomba de gasolina le dejó sin posibilidades de hacer una buena calificación, lo que echaba a perder cualquier aspiración. Massa por su parte avisaba a Hamilton con una pole impresionante.
Pero hoy todo iba a ser diferente, la suerte le dio la espalda a Massa para irse con Alonso, porque de ninguna otra forma se puede explicar que un piloto que iba primero, con un buen ritmo de carrera pudo pasar a ir último, y uno que salía desde la posición décimo quinta terminara colocándose primero sin ninguno de los coches punteros delante para poder atosigarle.
Tras la calificación de ayer Alonso apostó por una estrategia de ir corto de gasolina para tratar de adelantar todos los coches posibles en la salida, y algunos puestos ganó, pero parecía muy difícil hacer más, así que entró en boxes y alargó su siguiente parada, en ese momento Piquet le hacía el favor de su vida estrellándose contra el muro y obligando al coche de seguridad a hacer acto de presencia, sólo los que entraron en boxes pudieron ponerse por delante de Alonso, pero de nada les serviría puesto que después sufrirían una sanción de un stop & go de diez segundos. En cuanto se abrió el pit-lane entraron los favoritos, y entonces empezó la pesadilla de Massa, el semáforo que utiliza la escudería le indicó luz verde de forma errónea, y él arrancó llevándose consigo la manguera, y casi chocando con un coche que iba por la calle del pit, lo que le costó también un drive through de penalización. Por su parte, para redondear el día de Ferrari, si Kimi ya perdía bastante tiempo al tener que esperar que Massa repostara, y luego teniendo que remontar posiciones, al final terminó estrellando su coche cuando rodaba quinto, poniéndole en bandeja a McLaren el liderato del mundial de constructores.
Así pues Alonso se subió de nuevo a lo más alto del cajón, acompañado por un Rosberg, que pese a cumplir la sanción del stop & go también supo sacar partido del safety car, y por un Hamilton que se pone 7 puntos por encima de Massa en el mundial gracias al tercer puesto obtenido.
El resto de puntos se los repartieron entre Glock (4º), Vettel (5º), Heidfeld (6º), Coulthard (7º) y Nakajima (8º)
Desde luego, mientras McLaren lidera el mundial de constructoras con un punto de ventaja sobre Ferrari, el mundial se pone muy de cara a Hamilton, Massa ahora ya no depende de sí mismo y necesitará que Hamilton falle o que su compañero Kimi le ayude, pero más complicado lo tenía el año pasado Kimi... así que no es hora de tirar la toalla.
Ho!
El fondo creo que está basado en un personaje de 'Yotsuba&!', no es una serie que siga, pero me hizo bastante gracia la escena :)
Aunque soy bastante reacio a que me vendan juegos divididos en fascículos (por así decirlo), no he podido resistir la tentación de comprar, mediante WiiWare, el título de Frontier Developments.
Con el buen sabor que en su día me dejó 'Onegai teacher' tenía pendiente ver su secuela, aunque sabía que no me iba a encontrar lo mismo y por ello traté de disfrutarla como una serie totalmente diferente.
Quién nos iba a decir que en la catedral de la velocidad, Monza, un equipo medio iba a acabar imponiéndose por delante de los candidatos al mundial de constructoras, pero así ha sido, y quién sabe si no hubiese terminado con dos pilotos en el podio de no haberse dado la circunstancia de que uno de sus pilotos ha tenido que salir desde el pit con una vuelta menos por un problema en la salida.
Un año después de su tercera entrega, Wario se estrena en la reciente Game Boy Advance, volviendo un poco a los orígenes al dejar de lado el ser invencible como en las dos anteriores entregas, aunque tampoco volvemos al sistema de vidas de la primera entrega.
En el 2000 Wario protagonizó una nueva aventura para Game Boy color, similar a su predecesor, pero con un gran surtido de novedades.