The munchables

De la mano de Namco-Bandai nos llega para Wii un título desenfadado, divertido y con cierto toque "katamari"

La historia:

El planeta hambruna está en juego cuando es invadido por el malvado Don Cebolla y su despiadada banda de piratas espaciales. A medida que su planeta es invadido, los munchables se agarran con firmeza a una única esperanza: Devorar a sus nutritivos enemigos con el fin de crecer lo suficiente para derrotar a Don Cebolla y devolver la paz a sus tierras...

Al igual que otros títulos, el juego se podrá jugar con diferentes tipos de controles, el mando de Wii con nunchuk, el mando clásico, o con el mando de GameCube. Los controles resultan bastante sencillos, las acciones se limitan a comer, atacar y fijar objetivo.


El concepto que mejor definiría al título sería como una mezcla entre katamari y Pac-man, ambas franquicias de Namco-Bandai, y es que en este juego tendremos que devorar todo lo que nos encontremos por el camino para poder crecer y acceder a nuevas zonas o derrotar a monstruos con mayor nivel que nosotros, aunque hay que decir que el crecimiento del personaje no es comparable a los que se pueden llegar a conseguir con los katamari.

El juego no es muy largo, está compuesto por 8 mundos (representados por islas) divididos en dos fases y un jefe final. En cada fase obtendremos una calificación según todo lo que hayamos comido (si nos atacan perderemos comida), además de diferentes accesorios por recoger una serie de bellotas desperdigadas por todos los niveles.

Tampoco es muy complicado, y aunque quizás tengamos que repetir voluntariamente alguna fase para conseguir alguna bellota que nos hemos dejado, o para mejorar la calificación, la dificultad es bastante asequible.

Técnicamente el juego no destaca en exceso, aunque se muestra bastante vistoso dentro de su diseño particular. La banda sonora por su lado acompaña perfectamente en todo momento.


En resumen, se podría decir que 'The munchables' es un juego bastante notable, con una historia bastante divertida y una jugabilidad básica pero adictiva.


Ho!