Transformers: El lado oscuro de la Luna

Después de la taquilla recaudada por las dos primeras partes, era de esperar una tercera entrega, dirigida de nuevo por la batuta de Michael Bay, y protagonizada por Shia LaBeouf, acompañado en esta ocasión por Rosie Hungtington-Whiteley (que cubre el hueco de mujer florero dejado por Megan Fox), y con Josh Duhamel, John Malkovich, Patrick Dempsey o John Turturro, entre otros.

Un acontecimiento misterioso ha ocurrido en la Tierra y amenaza con provocar una guerra tan grande que ni los propios Transformers serán capaces de salvar la Tierra.

Sinopsis escueta para una historia que más bien termina importando poco, y que no es más que un prólogo innecesario a la hora de acción más desenfrenada del director.


Mira que lo tenían fácil para contentarme, porque yo quería ver chatarra con patas dándose leña, y después de dos películas se podían permitir ofrecernos acción a raudales, y así fue, con una última hora de película plagada de cine palomitero con el que he llegado a disfrutar como el que más. Pero yo quería ver a los Autobots dando palos a los Decepticons, y en su lugar me encontré con soldados planeando, soldados de maniobras, soldados haciendo ver lo poco que valen ante toneladas de hierro machacándoles, etc.

En cuanto a la historia, es quizás el punto que carece de mayor importancia, pero teniendo en cuenta que la película dura dos horas y media, hubiese estado bien algo con más chispa, y donde el protagonista no pareciera un relleno metido con calzador.


Dicho esto, sólo queda comentar el genial despliegue de efectos especiales, junto a los últimos 20 minutos, el punto por el que quizás no haya valorado peor la película en un arrebato de generosidad que he tenido al votarla en CINeol.

PD: Tercera y última película que veo en 3D, porque aunque esta ha sido sin duda la mejor experiencia, por encima de 'Avatar', sigo sin verle ningún atractivo al invento, y a tenor de los 4 gatos que éramos en la sala, parece que no soy el único.


Ho!