Si bien el año pasado tanto Sebastian Vettel como Red Bull pudieron pagar caro sus errores y falta de fiabilidad, este año han dado toda una lección de temple y fiabilidad. A Vettel el título mundial del año pasado le ha dado una confianza que ha transformado en un aplastante dominio durante todo el mundial. Red Bull por su parte no sólo ha conseguido ser tremendamente fiable, si no que además ha conseguido mejorar sus puntos débiles tal y como demuestran sus victorias en Spa o Monza, a priori circuitos no muy favorables a ellos.
Así pues Vettel se convierte en el bicampeón del mundo más joven, y Red Bull está a 42 puntos de conseguir su segundo título de constructoras, para ello tiene 4 carreras por lo que es de imaginar que, salvo descalabro, pueda conseguirlo sin muchos apuros.
Este año he de reconocer que he visto pocas carreras, entre otras cosas porque los inventos de la FIA no me gustan y cosas como el DRS me ofrecen adelantamientos artificiales sin emoción alguna, sumándose así al montón de despropósitos que llevamos arrastrando en los últimos años. Por otro lado, mi descontento con Ferrari también ha influido, ya que va en aumento cuando veo que un año más siguen los mismo errores, y nada parece indicar que pueda haber un cambio de rumbo serio, sólo las mismas promesas para el año siguiente de un Domenicali que ya no cuenta con ninguna credibilidad.
EDITO (16/10/11): Sólo una semana ha tardado Red Bull en asegurarse matemáticamente el título de constructoras, con la victoria de Vettel en Korea, y el tercer puesto de Mark Webber, los de Red Bull consiguen su segundo campeonato a falta de disputarse tres carreras.
Ho!
Así pues Vettel se convierte en el bicampeón del mundo más joven, y Red Bull está a 42 puntos de conseguir su segundo título de constructoras, para ello tiene 4 carreras por lo que es de imaginar que, salvo descalabro, pueda conseguirlo sin muchos apuros.
Este año he de reconocer que he visto pocas carreras, entre otras cosas porque los inventos de la FIA no me gustan y cosas como el DRS me ofrecen adelantamientos artificiales sin emoción alguna, sumándose así al montón de despropósitos que llevamos arrastrando en los últimos años. Por otro lado, mi descontento con Ferrari también ha influido, ya que va en aumento cuando veo que un año más siguen los mismo errores, y nada parece indicar que pueda haber un cambio de rumbo serio, sólo las mismas promesas para el año siguiente de un Domenicali que ya no cuenta con ninguna credibilidad.
EDITO (16/10/11): Sólo una semana ha tardado Red Bull en asegurarse matemáticamente el título de constructoras, con la victoria de Vettel en Korea, y el tercer puesto de Mark Webber, los de Red Bull consiguen su segundo campeonato a falta de disputarse tres carreras.
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