Batman: Arkham city

Uno de los candidatos a juego del año 2011 fue sin duda 'Batman: Arkham city', la continuación directa de 'Batman: Arkham asylum', del estudio británico Rocksteady.

Ha pasado un año desde los sucesos en el psiquiátrico de Arkham. Las instalaciones quedaron prácticamente destruidas, y la prisión Blackgate no podía hacerse cargo de la gran cantidad de criminales de Gotham city, por lo que el alcalde Quincy Sharp decide utilizar los barrios viejos de Gotham como prisión, amurallando la zona y creando un gran campo de contención de criminales que recibió el nombre de Arkham city. Bruce Wayne está preocupado por los grandes peligros que puede suponer tener a todos sus enemigos campando a sus anchas, pero acaba siendo secuestrado y trasladado a dicha zona. En ese momento es cuando se acabaron las tonterías y Batman empieza a tomarse la justicia por su mano una vez más.

El juego ha salido para PC, Xbox360 y PS3, además de anunciarse una versión para la futura WiiU.


Tal y como os comenté, la primera entrega fue toda una sopresa, un juego cuya aventura exprimí con devoción. Esta continuación mantiene todos los componentes de la primera parte, en mayores cantidades incluso, con un mapeado más extenso, más misiones secundarias, etc., pero se arriesga poco y el efecto sorpresa se desvanece, y sólo los DLC que te permiten jugar con otros personajes (como Catwoman) ofrecen algo de variedad a la misma mecánica.

Además, en esta ocasión el toque de exploración lo exageran hasta el tedio, porque una cosa es ofrecer misiones secundarias que te ayuden a desenganchar un poco de la historia principal, y otra que la historia principal suponga un porcentaje nimio de la totalidad del desarrollo.

Técnicamente el juego es excelente, y ver a Catwoman contornearse así en nuestras pantallas no tiene precio, pero la ambientación de la ciudad en mi opinión queda muy por debajo de la del asilo. A nivel sonoro tampoco hay mucha novedad, con unos temas muy en la línea de su predecesor.


En resumen, 'Batman: Arkham city' es un juego notable, excelente incluso en muchos aspectos, pero aunque bien es cierto que si algo funciona no lo toques, la sensación de que los chicos de Rocksteady se han limitado a abusar de los ingredientes de la fórmula del primero le hace perder puntos.


Ho!