Hoy he recibido una dura noticia, la abuela de dos de mis primos nos ha dejado, y aunque yo no tuviera ningún parentesco con ella, desde pequeño la he considerado como mi propia abuela, y me he sentido tratado como un nieto más desde siempre. Hace años que murieron mis abuelos, por lo que se podría decir que ella era la última, y aunque soy una persona que por lo general ya tiene asumida la muerte como algo natural (ley de vida), creo que hoy me toca parar y reflexionar un poco, así que con vuestro permiso esta entrada se alejará de la tónica general de mi blog.
Se podría decir que soy una persona que no tengo derecho a quejarme de cómo me ha tratado la vida, a lo largo de mis años he tenido mis más y mis menos, pero mis padres han sabido darme una buena educación, me he rodeado de muy buenos amigos, tengo una estupenda familia, y, siendo materialistas y básicos, no me falta un plato de comida en la mesa e incluso me he podido permitir caprichos como las aficiones que comento por aquí... así que sé de sobras que hay gente en peor situación y con mucho más derecho a quejarse que yo (y más ahora), pero ya sabéis cómo es esto, cuando uno se acostumbra a lo bueno es difícil contentarse con menos.
En los últimos años he tenido bastantes adversidades, especialmente en el último año y medio donde todos mis cimientos se han llegado a resquebrajar, pero aunque ahora mismo mi cabeza no está en su mejor momento intento seguir guiándome por mi parte racional, esa parte que me caracteriza, e intento aprender de todo lo malo que me ocurre y a aprender a convivir con mis emociones, ya que como se suele decir "no hay mal que por bien no venga", o eso espero, porque a veces a uno le cuesta darse cuenta de esto si no es con tiempo y distancia, y no es que yo sea precisamente un ejemplo de paciencia.
Releyendo lo que he puesto hasta ahora puedo decir que lo he dicho todo y no he dicho nada, todo depende de los ojos del que lo lea. Dejémoslo en que la vida puede ser maravillosa y en pocas horas convertirse en un auténtico infierno, pero tanto lo bueno como lo malo hemos de vivirlo, porque sin oscuridad no existiría la luz.
Ho!
Se podría decir que soy una persona que no tengo derecho a quejarme de cómo me ha tratado la vida, a lo largo de mis años he tenido mis más y mis menos, pero mis padres han sabido darme una buena educación, me he rodeado de muy buenos amigos, tengo una estupenda familia, y, siendo materialistas y básicos, no me falta un plato de comida en la mesa e incluso me he podido permitir caprichos como las aficiones que comento por aquí... así que sé de sobras que hay gente en peor situación y con mucho más derecho a quejarse que yo (y más ahora), pero ya sabéis cómo es esto, cuando uno se acostumbra a lo bueno es difícil contentarse con menos.
En los últimos años he tenido bastantes adversidades, especialmente en el último año y medio donde todos mis cimientos se han llegado a resquebrajar, pero aunque ahora mismo mi cabeza no está en su mejor momento intento seguir guiándome por mi parte racional, esa parte que me caracteriza, e intento aprender de todo lo malo que me ocurre y a aprender a convivir con mis emociones, ya que como se suele decir "no hay mal que por bien no venga", o eso espero, porque a veces a uno le cuesta darse cuenta de esto si no es con tiempo y distancia, y no es que yo sea precisamente un ejemplo de paciencia.
Releyendo lo que he puesto hasta ahora puedo decir que lo he dicho todo y no he dicho nada, todo depende de los ojos del que lo lea. Dejémoslo en que la vida puede ser maravillosa y en pocas horas convertirse en un auténtico infierno, pero tanto lo bueno como lo malo hemos de vivirlo, porque sin oscuridad no existiría la luz.
Ho!
1 comentario:
Quien te conozca un poco en esta vida sabe que has dicho mucho.
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