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domingo, 7 de septiembre de 2014

Transformers: La era de la extinción

Como se suele decir, no hay dos sin tres, y, cuando algo vende, no hay tres sin cuatro, ni cinco, ni... y es que la saga 'Transformers' es el "blockbuster" del verano, películas sin muchas pretensiones salvo matarte unas cuantas neuronas durante dos o tres horas con efectos especiales, explosiones, y chistes fáciles, y en eso Michael Bay sigue siendo el rey.

Comienza tras una épica batalla que arrasa una gran ciudad, pero salva al mundo. Mientras la humanidad se reorganiza, aparece un misterioso grupo que pretende controlar el rumbo de la historia… mientras que una nueva amenaza, antigua y poderosa, pone a la Tierra en su punto de mira. Con la ayuda de un nuevo grupo de humanos, Optimus Prime y los Autobots se disponen a enfrentarse a su más temible desafío hasta el momento. En una aventura increíble, se ven envueltos en una lucha entre el bien y el mal que les lleva a luchar por todo el mundo en una batalla definitiva.

La película está "protagonizada" por Mark Wahlberg, Stanley Tucci, Kelsey Grammer, Jack Reynor, y el florero Nicola Peltz.


Como ya he comentado en sus respectivas reseñas, la primera película me sorprendió muy gratamente, la segunda no estuvo mal pero no pasaba de entretenida, y la tercera me pareció muy mejorable. Esta cuarta parte la veo similar a la segunda, con una narrativa inicial desastrosa, con hora y media bastante prescindible (como la mayoría de personajes humanos, todo sea dicho), agujeros argumentales, etc., pero os voy a ser sincero, yo cuando voy a ver una de estas películas al cine lo que quiero ver es chatarra dándose de hostias, y en ese sentido 'Transformers: La era de la extinción' me lo ofrece en buenas dosis.

Los aspectos técnicos de la película después de varias entregas ya no sorprenden, los transformers siguen rayando a un excelente nivel, pero lo que me ha encantado ha sido ver cómo, por primera vez desde que visito mi cine habitual, los altavoces han pasado algún apuro con los efectos sonoros de la película. Sólo por eso ha merecido la pena ir a verla al cine :P


No es ninguna joya, y tiene más defectos que virtudes, pero yo salí del cine bastante contento.


Ho!

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