A finales del 2013 el estudio Manglobe estrenó una serie de 22 capítulos:
La serie también cuenta con un manga que cuenta una historia independiente del anime.
Empecé a ver la serie porque la premisa me parecía interesante, y porque de Mangoble tengo en mente otras series muy notables, y aunque el argumento pecaba un poco de inocente, se veía algún destello al más puro estilo de 'Kick-ass', y resultaba bastante entretenida, el problema vino cuando la serie deja de ser coherente con el realismo inicial que había consolidado y empieza a dar saltitos entre distintos géneros que a veces no pegan entre sí, saca supervillanos, se vuelve más cruda, luego más ridícula, deshace constantemente la base que ha creado, se contradice... y con semejante popurrí metido a presión con cada arco argumental uno ya no sabe si están homenajeando al género tokusatsu o parodiándolo, quedándose a mi modo de ver en tierra de nadie.
Hubo un momento donde llegué incluso a plantearme dejar de seguir viendo la serie, demasiadas veces había llevado mi mano a la cara por vergüenza ajena, pero aún veía algo que seguía despertando en mí cierto interés por seguir viendo otro capítulo, y reconozco que algunos arcos argumentales me llamaban la atención (aunque luego terminaran decepcionándome).
Sólo los aspectos técnicos me han parecido constantes, sin destacar en exceso por lo menos tanto la animación como la banda sonora se van manteniendo capítulo a capítulo.
Ho!
Masayoshi Hazama es un joven modelo que decide convertirse en un superhéroe a pesar de no tener superpoderes o tecnología para crear un súper traje, y así se convierte en Samurai Flamenco.
La serie también cuenta con un manga que cuenta una historia independiente del anime.
Empecé a ver la serie porque la premisa me parecía interesante, y porque de Mangoble tengo en mente otras series muy notables, y aunque el argumento pecaba un poco de inocente, se veía algún destello al más puro estilo de 'Kick-ass', y resultaba bastante entretenida, el problema vino cuando la serie deja de ser coherente con el realismo inicial que había consolidado y empieza a dar saltitos entre distintos géneros que a veces no pegan entre sí, saca supervillanos, se vuelve más cruda, luego más ridícula, deshace constantemente la base que ha creado, se contradice... y con semejante popurrí metido a presión con cada arco argumental uno ya no sabe si están homenajeando al género tokusatsu o parodiándolo, quedándose a mi modo de ver en tierra de nadie.
Hubo un momento donde llegué incluso a plantearme dejar de seguir viendo la serie, demasiadas veces había llevado mi mano a la cara por vergüenza ajena, pero aún veía algo que seguía despertando en mí cierto interés por seguir viendo otro capítulo, y reconozco que algunos arcos argumentales me llamaban la atención (aunque luego terminaran decepcionándome).
Sólo los aspectos técnicos me han parecido constantes, sin destacar en exceso por lo menos tanto la animación como la banda sonora se van manteniendo capítulo a capítulo.
Ho!
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