viernes, 5 de junio de 2015

Phenomenon

En 1996 Jon Turteltaub estrenó una película protagonizada por John Travolta, acompañado de Kyra Sedgwick, Forest Whitaker, y Robert Duvall entre otros. 'Phenomenon'

George Malley es un hombre de mediana edad, sin grandes dotes para el estudio, que trabaja como mecánico en un pueblo. Durante la celebración de su cumpleaños una luz le cae del cielo dejándolo atontado, pero al parecer es el único que ha visto el extraño fenómeno. A medida que pasan los días George empieza desarrollar una inteligencia asombrosa y poderes de telequinesia, lo cual hace que sus amigos del pueblo empiecen a temerle.

La película se estrenó en España con la coletilla de "Algo extraordinario más allá del amor", lo cual me hace dudar de si los que deciden rebautizar o apostillar los títulos de las películas se molestan en verlas... ya que si hubiese que poner alguna coletilla, lo suyo sería poner algo como lo que pone el cartel: "algunas cosas en la vida no pueden ser explicadas".


Esta es una de esas películas que he visto empezar muchas veces por la tele, pero que pocas veces la termino de ver, creo recordar que no fue hasta hace poco más de dos años que no la vi entera, y es que si bien la película va poco a poco yendo a más de forma bastante interesante, también se desinfla en su tramo final, centrándose en una historia de amor cuyo desarrollo resulta bastante abrupto.

El tema es que hace unos días volví a verla, y fui dándole vueltas a lo bien que tratan el hecho de que el hombre es capaz de ver como amenaza a cualquier cosa que se escape de su entendimiento. Tampoco es nada que no hayan contado otras muchas películas, pero da mucho que pensar cómo un personaje como George Malley (muy bien interpretado por Travolta), sin malicia alguna, siempre demostrando buena voluntad y ganas de ayudar y compartir sus inquietudes con el resto, es capaz de infundir miedo a gente que le conoce de toda la vida y que los llega a considerar amigos, para finalmente sólo encontrar apoyo en unos pocos y en una desconocida.

También es cierto que, dejando a un lado el tema de la telequinesis, el gran don que recibe George Malley en la película es no necesitar dormir, pudiendo dedicar muchas horas a leer, estudiar, investigar, satisfacer su curiosidad... imaginad todo lo que uno podría hacer si dispusiera de esas horas extras al día, poder hacer algo por tu cuenta sólo por que te apetece...


Me he ido un poco por las ramas, pero en definitiva creo que es una película más que correcta, cuyo mayor aliciente es la invitación a la reflexión sobre nuestro temor a lo desconocido: disparamos primero y preguntamos después.


Ho!

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