Relata la historia de Wade Wilson, un antiguo operativo de las fuerzas especiales convertido en mercenario. Tras ser el sujeto de un experimento que le otorga el poder de curación acelerada, adopta el alter ego de Deadpool. Armado con sus nuevas habilidades y un retorcido sentido del humor, Deadpool se propone dar caza al hombre que casi destruye su vida.
Aquí suelo poner quién dirige la película, y quién la protagoniza, pero como rezan los créditos iniciales de la película, todos son unos paquetes, sobrevalorados, lerdos, etc., así que mencionaré a los que se autodenominan como los putos amos, los guionistas: Rhett Reese y Paul Wernick.
Lo poco que conozco al personaje de Deadpool (o Masacre) es como villano en alguna que otra aparición de alguna obra de 'Spiderman', y allí pude ver lo mal de la cabeza que estaba, y lo divertida que puede llegar a ser su socarronería, y esta película no es menos, los guionistas llenan de chistes de todo tipo la hora y tres cuartos que dura, chistes para todos los gustos, y un buen mazo de cartas donde el protagonista acostumbra a romper la cuarta pared una y otra vez, por no hablar de las muchas referencias al cine de superhéroes que hay.
El punto negro quizás es que abusa mucho de los chistes facilones, hasta el punto de que al poco de salir de la sala de cines ya casi no recordaba ninguno en concreto, pero por lo demás todo muy correcto, una buena dirección de Tim Miller, una notable actuación de Ryan Reynolds, acompañado de un reparto que cumple sin hacerle sombra (esto es 'Deadpool', el protagonista es él, y punto).
En general una película muy divertida, pero quizás me esperaba una historia más descarada y no tan clasicona y llena de clichés en el fondo (que no en las formas).
PD: Como en toda película de Marvel, al final de los créditos hay una escena... si bien no está mal, tampoco creo que os perdáis mucho si no tenéis ganas de esperar para verla.
Ho!
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