En el 2008 el director Wilson Yip estrenó una película biográfica basada en el maestro de uno de los más célebres artemarcialistas, Bruce Lee:
Donnie Yen es el encargado de encarnar a Ip Man, tanto en esta, como en las siguientes entregas de 2010 y 2015, todas dirigidas también por Wilson Yip.
Vi la primera película por recomendación de un amigo, había oído hablar de ella, pero me temía que era una película más de kung-fu imposible, y si bien los combates son una parte importante, y destacan por su espectacularidad, creo que no restan ni desmerecen credibilidad a la historia que se cuenta, y es que me sorprendió encontrarme una película con tanto que contar, donde las peleas del kung-fu quedan siempre a servicio de un interesante drama de un hombre tan respetado como admirado. Y en parte esto es debido a la estupenda interpretación de Donnie Yen, que además de un gran actor de acción, ha sido capaz de trasmitir la modestia y afabilidad del personaje, así como de imponer constantemente una enorme tranquilidad digna de la filosofía de vida de Ip Man.
Tras una más que genial primera parte, me dispuse a ver las siguientes entregas, pero terminé ligeramente decepcionado. La segunda película es lo que se podría denominar como puro fan service, casi dos horas de acción, compartiendo pantalla con Sammo Hung Kam-Bo, y con Darren Shahlavi. Pero con un guion bastante flojo, e incluso algo estúpido en ocasiones.
Para cerrar la trilogía, a finales del año pasado se estrenó la tercera entrega protagonizada por Donnie Yen, y en esta ocasión, aunque sigue habiendo bastantes peleas (algunas muy buenas, como la que protagoniza el propio Mike Tyson), el guion consigue ofrecer algo más interesante (aunque no al nivel de la primera), pero con un problema de ritmo hasta el punto de que toda la trama del combate final parece simple relleno para no terminar la película sólo con el drama personal que se estaba desarrollando.
Personalmente me quedo sobretodo con el buen sabor de boca que me deja la primera parte, pero si os gustan las coreografías de los combates ved las otras dos entregas, las disfrutaréis también.
Ho!
Foshan, años treinta. Ip Man, respetado maestro de Wing Chun, combina el estudio de las artes marciales con los combates ocasionales a los que se ve forzado por parte de sus admiradores. Son tiempos de prosperidad a los que la guerra con Japón amenaza con poner fin. Con la ocupación estallará la tragedia e Ip Man se verá obligado a defender el honor de su pueblo.
Donnie Yen es el encargado de encarnar a Ip Man, tanto en esta, como en las siguientes entregas de 2010 y 2015, todas dirigidas también por Wilson Yip.
Vi la primera película por recomendación de un amigo, había oído hablar de ella, pero me temía que era una película más de kung-fu imposible, y si bien los combates son una parte importante, y destacan por su espectacularidad, creo que no restan ni desmerecen credibilidad a la historia que se cuenta, y es que me sorprendió encontrarme una película con tanto que contar, donde las peleas del kung-fu quedan siempre a servicio de un interesante drama de un hombre tan respetado como admirado. Y en parte esto es debido a la estupenda interpretación de Donnie Yen, que además de un gran actor de acción, ha sido capaz de trasmitir la modestia y afabilidad del personaje, así como de imponer constantemente una enorme tranquilidad digna de la filosofía de vida de Ip Man.
Tras una más que genial primera parte, me dispuse a ver las siguientes entregas, pero terminé ligeramente decepcionado. La segunda película es lo que se podría denominar como puro fan service, casi dos horas de acción, compartiendo pantalla con Sammo Hung Kam-Bo, y con Darren Shahlavi. Pero con un guion bastante flojo, e incluso algo estúpido en ocasiones.
Para cerrar la trilogía, a finales del año pasado se estrenó la tercera entrega protagonizada por Donnie Yen, y en esta ocasión, aunque sigue habiendo bastantes peleas (algunas muy buenas, como la que protagoniza el propio Mike Tyson), el guion consigue ofrecer algo más interesante (aunque no al nivel de la primera), pero con un problema de ritmo hasta el punto de que toda la trama del combate final parece simple relleno para no terminar la película sólo con el drama personal que se estaba desarrollando.
Personalmente me quedo sobretodo con el buen sabor de boca que me deja la primera parte, pero si os gustan las coreografías de los combates ved las otras dos entregas, las disfrutaréis también.
Ho!
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