La vida del Dr. Stephen Strange cambia para siempre tras un accidente automovilístico que le deja muy malheridas sus manos. Cuando la medicina tradicional falla, se ve obligado a buscar esperanza y una cura en un lugar impensable: una comunidad aislada en Nepal llamada Kamar-Taj. Rápidamente descubre que éste no es sólo un centro de recuperación, sino también la primera línea de una batalla en contra de fuerzas oscuras y ocultas empeñadas en destruir nuestra realidad. En poco tiempo, Strange, armado con sus poderes mágicos recientemente adquiridos, se ve obligado a elegir entre volver a su antigua vida de riqueza y prestigio o dejarlo todo, para defender el mundo como el mago más poderoso del planeta.
La película dura poco menos de dos horas, y cuenta con un par de escenas tras los créditos.
Este es otro de esos personajes de los que no sabía mucho, pero que Marvel supo vendérmelo bien sólo con un tráiler, y el resultado ha sido notable, sin duda, pero con puntos bastante mejorables, ya que la película peca de una excesiva presentación, y pese a ello no se ve una progresión adecuada de las habilidades del protagonista que pasa de morder el polvo a ser capaz de estar muy por encima de cualquier expectativa, aunque como contrapartida queda decir que tampoco es que el villano imponga mucho.
Su punto fuerte son sus efectos especiales, ver la película ha sido casi como ver un caleidoscopio con trozos de ciudad en vez de cristales de colores, con una actuación de Cumberbatch muy en la línea del estilo de Marvel, alternando momentos puntuales de humor con momentos donde la presencia de su personaje debe llenar la pantalla.
No creo que pase a ser una de las películas más destacables de la ya extensa colección de Marvel, pero aún así resulta bastante entretenida, y da pie a que el personaje pueda dar mucho juego en otras películas.
Ho!
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