XXII salón del manga de Barcelona

Como viene siendo habitual, este pasado puente de todos los santos se celebró el salón del manga de Barcelona, en su vigesimosegunda edición. Y en esta ocasión la temática principal del salón ha sido la franquicia 'Yo-kai watch', cosa que aprovechó Nintendo para darse más protagonismo del debido (hemos de recordar que hablamos de un salón del manga, no de videojuegos) montando el que posiblemente haya sido el estand más grande que recuerdo de un salón del manga para mostrar únicamente juegos que llevan ya su tiempo en el mercado, y de paso torturar a los visitantes con la continua repetición de la canción principal de la serie 'Yo-kai watch'.

Este año la organización ha reservado más espacio del habitual en otros años, y por lo visto los días más fuertes se tradujeron en colas para acceder al pabellón de las tiendas, mientras que el resto quedaban totalmente desaprovechados. Yo fui el lunes, el día con menos afluencia de gente, y aunque hubo bastante gente pude moverme con comodidad, pero sí es cierto que mientras el pabellón de las tiendas estaba bastante lleno, el resto estaban incluso desérticos pese a que la organización te obligaba a pasar primero por ellos.

Por mi parte, este es el primer año en el que la única compra que he realizado no supera el coste de la entrada, y mira que busqué algo en lo que gastar mi dinero, pero no encontré nada de mi agrado que no estuviera a precios de estafa o fuera falso, lo que me ha hecho reflexionar un poco en lo que se ha convertido ya el salón del manga para mí.

Como siempre comento, habitualmente el salón del manga lo visito simplemente para pasar el día con amigos, antiguamente sí que podía ser interesante pagar la entrada para comprar cosas que no encontraba en mi tienda habitual, pero actualmente lo poco que puedo encontrar interesante lo consigo por internet a un precio menor y con mayor seguridad de que no sea un producto falso, eso por no hablar de que la mayoría de tiendas que asisten llevan todas el mismo material (cansado terminé de ver el mismo merchandising de 'Dragon ball' o 'One piece' en diferentes paradas).

El año pasado sí que asistí con intención de poder sacar fotos a los diferentes cosplays, pero, sinceramente, la gran mayoría me producen una total indiferencia. Las exposiciones por su parte son generalmente muy pobres, y las actividades y eventos que se realizan sólo son medianamente destacables las de los días principales. Por no hablar de que el reclamo de traer autores conocidos pierde también su interés cuando sólo los ves si vas el día fuerte, o que para conseguir su firma además dependa del azar de sorteos o diferentes mangoneos.


Quizás me esté haciendo mayor, pero la sensación que tengo es que el único aliciente del salón del manga es la compañía, y, la verdad, para eso puedo quedar igualmente para realizar actividades mucho más interesantes.


Ho!