La historia gira en torno a un hombre cuya vida cambia repentinamente cuando su hija y su esposa tienen un accidente de coche y caen por un barranco. La esposa muere en el hospital, pero su hija continúa con vida. Cuando ella consigue recobrar la conciencia parece estar poseída por el espíritu de su esposa.
La película está protagonizada por David Duchovny, Lili Taylor, y Olivia Thirlby, y no es de terror (xD), es un drama romántico.
Seguramente lo primero que muchos pensarán al plantearse una situación así es en el dilema moral en el que se ve enfrascado el padre/marido, que ve cómo la mujer a la que ama está en el cuerpo de su hija adolescente, pero los guionistas Ann Cherkis e Hiroshi Saito han sabido desarrollar la trama sin caer en el morbo fácil, enfocando la tesitura del padre con suma elegancia, incluso el tema de los celos de alguien que ve cómo la otra persona se vuelve inalcanzable y se va distanciando.
Y es que la madre, obligada a tratar que la vida de su hija continúe sin ella, también se encuentra con muchos dilemas, el lidiar con la situación al mismo tiempo que ha de controlar las descontroladas hormonas de su cuerpo, mientras además es tentada por los placeres de la juventud. Pero quizás lo más destacable es cómo, pese a no estar presente, la película plasma continuamente la personalidad de la hija, haciendo que una madre que parecía estar tremendamente distanciada con su hija empiece a conocerla y a comprenderla.
La verdad es que ha resultado ser una grata sorpresa, no cuenta nada nuevo que no hayan contado otras películas, ni destaca en nada en concreto, pero en conjunto me ha parecido una sólida historia más compleja de lo que en un principio parecía.
Ho!
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