En 1991 SEGA sacó para Game Gear y Master System 'The lucky dime caper', un plataformas protagonizado por el pato Donald.
La aventura comienza cuando Mágica secuestra a los tres sobrinos de Donald y roba la moneda de la suerte de Gilito McPato (o Scrooge McDuck), y Donald recorre todo el mundo para rescatar a sus sobrinos y la moneda alentado por la recompensa que su tío le promete.
Además de contar con el habitual salto para derrotar a los enemigos, Donald también cuenta con un martillo o un disco, que perderemos cuando nos golpeen.
Como era habitual por la época, el juego no contaba con pila de guardado, y era fácil morir, por lo que estamos ante un juego que en su día nos obligaba a dedicarle horas para saber de memoria todos los niveles y pulir nuestra habilidad. No en vano no es un título muy largo, sólo cuenta con siete niveles temáticos, los tres primeros bastante lineales, y los otros algo más enrevesados.
A nivel técnico es bastante destacable las variadas animaciones de Donald cuando no está haciendo nada, o cuando muere, variando incluso en según qué localizaciones. Los niveles son todos temáticos según la zona del mundo donde estemos, y cada uno cuenta con enemigos exclusivos. Y las melodías son bastante animadas sin llegar a resultar molestas.
De vez en cuando siempre es agradable jugar un título de "la vieja escuela", aunque hoy tiremos por lo fácil acortando así su duración.
Ho!
La aventura comienza cuando Mágica secuestra a los tres sobrinos de Donald y roba la moneda de la suerte de Gilito McPato (o Scrooge McDuck), y Donald recorre todo el mundo para rescatar a sus sobrinos y la moneda alentado por la recompensa que su tío le promete.
Además de contar con el habitual salto para derrotar a los enemigos, Donald también cuenta con un martillo o un disco, que perderemos cuando nos golpeen.
Como era habitual por la época, el juego no contaba con pila de guardado, y era fácil morir, por lo que estamos ante un juego que en su día nos obligaba a dedicarle horas para saber de memoria todos los niveles y pulir nuestra habilidad. No en vano no es un título muy largo, sólo cuenta con siete niveles temáticos, los tres primeros bastante lineales, y los otros algo más enrevesados.
A nivel técnico es bastante destacable las variadas animaciones de Donald cuando no está haciendo nada, o cuando muere, variando incluso en según qué localizaciones. Los niveles son todos temáticos según la zona del mundo donde estemos, y cada uno cuenta con enemigos exclusivos. Y las melodías son bastante animadas sin llegar a resultar molestas.
De vez en cuando siempre es agradable jugar un título de "la vieja escuela", aunque hoy tiremos por lo fácil acortando así su duración.
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