Tras el sorprendente anuncio de la retirada de Rosberg la duda era saber si su sustituto, el finlandés Valtteri Bottas, iba a dar guerra a Hamilton o no, y la respuesta es que no, al menos durante este año, así que sin competencia interna sólo quedaba esperar algo de competencia por parte de Ferrari y de Red Bull, y Ferrari no defraudó en la primera mitad de la temporada, Vettel llegó a liderar el mundial con una cómoda ventaja incluso, pero en la segunda mitad la fiabilidad, la mala suerte, el martillo que sacó Hamilton, la intermitencia de Raikkonen, e incluso algún que otro error puntual de Vettel, hicieron que los mundiales terminaran llevándoselos los de siempre. En Ferrari las cosas han mejorado bastante, pero no lo suficiente.
Por su lado Red Bull sigue igual, empieza dubitativo, aunque Daniel Ricciardo no deja de ir arañando puntos, podios e incluso una victoria, que le lleva a estar siempre en la parte alta de la clasificación, mientras su compañero iba alternando ceros con unos resultados discretos, hasta las últimas carreras donde su habitual agresividad se ha visto recompensada con algún que otro podio y victoria.
Del resto de la parrilla quizás lo más destacable ha sido Force Indian, sin duda la cuarta escudería de este mundial, con algún que otro episodio de exceso de competitividad entre sus dos pilotos, y el peculiar movimiento de pilotos que ha tenido Toro Rosso en las últimas carreras (llevando a Carlos Sainz a terminar la temporada en Renault). Williams, sin Bottas y con Massa sacado de su retiro, ha vuelto a caer en la mediocridad, y McLaren sólo ha estado presente para criticar a Honda y forzar el cambio de motores a Renault para la temporada que viene.
Aún quedan un par de carreras, aunque poco queda por decidir, por lo que la pregunta ya es ¿qué vendrá el año que viene, y hacia dónde evolucionará la F1?, ya que no son pocos los cambios que quieren ir metiendo los nuevos dueños de la F1.
Ho!
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