Se acabó el mundial, y con ello queda un vacío para aquellos a los que les gusta el fútbol y se han podido empachar estos días con tantos partidos, y también un alivio para los que estaban ya hartos de tanta pelotita, en todo caso, lo importante es que Francia ha conseguido su segundo mundial, 20 años después del primero.
Aunque en este mundial no ha estado presente Italia, tampoco se le ha echado mucho de menos, porque no han sido pocas las selecciones que nos han recordado su juego, entre otras la campeona. Francia ha jugado bien sus bazas, ha ofrecido una defensa casi impecable durante todo el torneo, y a partir de ahí ha aprovechado la calidad y velocidad de sus delanteros, nada que objetar, aunque su fútbol pueda no gustar lo importante en una competición así es ganar, punto.
Bien es cierto que es una pena que no haya habido mayor premio para selecciones tan vistosas como Bélgica (posiblemente la que mejor fútbol ha ofrecido con diferencia), o para jugadores del calibre de Rakitic y Modric (posiblemente los jugadores más destacables de este mundial junto a Griezman), pero sólo puede ganar una selección, y en Croacia han festejado el subcampeonato tanto o más que Francia su título.
Por lo demás, quizás lo más reseñable ha sido el descalabro de Alemania a las primeras de cambio, la triste imagen ofrecida por Argentina, que Neymar destacara más por el teatro que no por su juego, o el propio VAR (video assistant referee), y es que en este mundial ha cobrado un excesivo protagonismo gracias a los muchos penaltis que ha ayudado a señalar, pero también porque ha demostrado que aún tiene bastantes carencias no siendo capaz de evitar polémicas en las jugadas interpretables, y que corta el ritmo de forma excesiva. Es una pena que se pretenda imponer de forma tan temprana en vez de mejorarlo o optar por otros sistemas más desarrollados.
Ho!
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