Ha habido poca emoción, sí, y posiblemente de este mundial lo más reseñable sea que Márquez, pese a haber sido tan superior, no ha dejado de arriesgar más de lo debido, lo que le ha llevado a estar en el centro de varias polémicas, e incluso a llevarse sanciones, por su excesiva agresividad con otros pilotos. Nadie duda de la enorme calidad de Márquez, pero pasan los años y sigue demostrando que en muchos momentos le falta cabeza.
De todas formas, polémicas a parte, aunque Márquez se lo hubiese tomado con más calma, era improbable que nadie le disputase el mundial, las Yamaha de Rossi y Maverick han seguido desaparecidas, conformándose con arañar algún podio. Y las Ducati, aunque empezaron con victoria de Dovizioso, e incluso Lorenzo encadenó un par de victorias tras anunciar que no seguiría en el equipo italiano, tuvieron un inicio de campeonato horrible, regalando una ventaja que luego era casi imposible remontar.
Esperemos que el año que viene esté todo algo más reñido de cara al campeonato, ya veremos si Yamaha consigue salir de su letargo, o si Ducati gana algo de regularidad, pero en todo caso la mejor noticia ha sido el fichaje de Lorenzo por el equipo oficial de Honda. A expensas de ver qué tal se adapta el mallorquín a la Honda (con Ducati le ha costado mucho más de lo previsto), a mí no me cabe duda de que dará algo más de guerra a su nuevo compañero de equipo, que la que daba Pedrosa, quién ha anunciado que se retira, con el dudoso honor de haber visto a todos sus compañeros de equipo en la categoría reína ganar algún mundial, mientras que él no.
Ho!
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