Allá por el año 2000, Nintendo sacó el único juego de la bola rosa de Hal Laboratory para Game Boy Color, un juego peculiar y alejado del tipo de juego habitual que suelen ofrecen las entregas principales de Kirby.
El juego sólo salió en Japón, con el nombre de 'Korokoro Kirby', y en Estados Unidos bajo el nombre de 'Kirby tilt 'n' tumble'. Y su peculiaridad era que, con una perspectiva cenital en sus 32 niveles, el control del personaje se realizaba con movimientos gracias a los sensores que tenía el cartucho, haciendo que Kirby por defecto rodara hacia adelante, y si inclinábamos la consola hacia atrás reducíamos, frenábamos, e incluso hacíamos retroceder a Kirby, y si la inclinábamos hacia los lados conseguíamos que Kirby se desplazara en esas direcciones, y con un movimiento rápido de la consola hacia arriba Kirby pegaba un salto.
Como nota curiosa, es el único cartucho de color rosa (transparente) que salió para Game Boy Color.
Desconocía por completo de la existencia de este juego hasta que un amigo me habló de él (fue este amigo quién precisamente me dejó el juego hace unos días para que me lo pasara), y sin duda cabe decir que el juego resulta curioso, ya que aunque actualmente estamos muy acostumbrados a ese tipo de juegos gracias a los sensores que Nintendo ha ido incorporando de serie en sus consolas, en aquella no era algo habitual.
El problema que le he encontrado es que el control que ofrece este cartucho es algo tosco, algo que no importa en los primeros niveles, pero que en los niveles más avanzados, cuando nos exijan algo más de precisión, puede llegar a desquiciarnos, y es que a veces, algo que debería ser tan sencillo como moverse completamente hacia un lado (sin avanzar ni retroceder) se convertía en toda una odisea.
Por lo demás un juego entretenido, colorido, con contenido opcional para que los que quieran exprimir el juego visiten los niveles más de una vez, y algunos curiosos minijuegos. Pero que en mi caso seguramente lo recuerde más por el tipo de cartucho que usaba, que no por el juego en sí.
Ho!
El juego sólo salió en Japón, con el nombre de 'Korokoro Kirby', y en Estados Unidos bajo el nombre de 'Kirby tilt 'n' tumble'. Y su peculiaridad era que, con una perspectiva cenital en sus 32 niveles, el control del personaje se realizaba con movimientos gracias a los sensores que tenía el cartucho, haciendo que Kirby por defecto rodara hacia adelante, y si inclinábamos la consola hacia atrás reducíamos, frenábamos, e incluso hacíamos retroceder a Kirby, y si la inclinábamos hacia los lados conseguíamos que Kirby se desplazara en esas direcciones, y con un movimiento rápido de la consola hacia arriba Kirby pegaba un salto.
Como nota curiosa, es el único cartucho de color rosa (transparente) que salió para Game Boy Color.
Desconocía por completo de la existencia de este juego hasta que un amigo me habló de él (fue este amigo quién precisamente me dejó el juego hace unos días para que me lo pasara), y sin duda cabe decir que el juego resulta curioso, ya que aunque actualmente estamos muy acostumbrados a ese tipo de juegos gracias a los sensores que Nintendo ha ido incorporando de serie en sus consolas, en aquella no era algo habitual.
El problema que le he encontrado es que el control que ofrece este cartucho es algo tosco, algo que no importa en los primeros niveles, pero que en los niveles más avanzados, cuando nos exijan algo más de precisión, puede llegar a desquiciarnos, y es que a veces, algo que debería ser tan sencillo como moverse completamente hacia un lado (sin avanzar ni retroceder) se convertía en toda una odisea.
Por lo demás un juego entretenido, colorido, con contenido opcional para que los que quieran exprimir el juego visiten los niveles más de una vez, y algunos curiosos minijuegos. Pero que en mi caso seguramente lo recuerde más por el tipo de cartucho que usaba, que no por el juego en sí.
Ho!
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