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miércoles, 20 de febrero de 2019

El objetivo de debatir

Hace tiempo que me estoy dando cuenta de que a la mayoría de gente sólo le interesa debatir para tratar de tener razón o imponer sus argumentos, sin quedarse con la parte más productiva del debate, que no es otra que intercambiar impresiones.

Y es normal, ya que si nos fijamos, los ejemplos de debate que tenemos habitualmente de primera mano son los políticos, cuya demagogia les obliga siempre a irse por las ramas para no reconocer que no tienen razón y/o la otra parte sí la tiene. O las tertulias de los diferentes medios, donde parece que lo más importante es quedar por encima del resto.

A mí me gusta debatir, me gusta porque me sirve para ordenar mis ideas a la hora de exponerlas, y me gusta porque debatiendo puedo ver otros argumentos que, aunque no los comparta, me pueden ofrecer un punto de vista distinto al mío, y de eso siempre se puede aprender, y a veces incluso puedes darte cuenta de que puedes estar perfectamente equivocado.

Reconozco que soy una persona a veces tozuda, pero con el tiempo he tratado de mostrarme mucho más flexible, no trato de imponer mi punto de vista, sólo me gusta compartir mis razonamientos y comprobar si están errados o no, y me parece una auténtica lástima que la gente termine asociando el debatir con el buscar confrontación.


Ho!

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