'Calvin y Hobbes' es una popular tira cómica creada por Bill Watterson en 1985, protagonizada por Calvin, un niño de seis años, y Hobbes, el tigre de peluche que Calvin siempre ve como un tigre de verdad.
En España se pueden encontrar varias recopilaciones de las tiras que se publicaron durante diez años, y aunque yo escribo esta entrada tras leer la recopilación de Brugera 'En todas partes hay tesoros', hablaré un poco del producto en general.
Quien me lea habitualmente, habrá visto que en varias ocasiones recurro a la sátira de algunas tiras de Watterson para expresar algún mensaje, y es que Calvin y Hobbes son posiblemente mis personajes de tiras cómicas favoritos, me gusta mucho el humor tan ácido que Watterson destila cuando pretende criticar algo, pero también la personalidad que ha conseguido dar a sus personajes.
Y es que 'Calvin y Hobbes' no es sólo una reflexión crítica sobre la sociedad moderna (educación, mercantilismo, arte, normas sociales...), gran parte de su éxito es su forma de combinar esas tiras con otras donde se satiriza la cotidianidad y algunas costumbres humanas, o donde Calvin es simplemente un crío con una enorme imaginación, al que le encanta leer cómics o jugar con la nieve, que intenta por todos los medios rebelarse ante las reglas que le imponen, o expresar su peculiar "arte", y que detesta lo que todo crío de su edad detesta, y todo ello con la habitual incomprensión de los adultos (y no tan adultos) que le rodean (y le sufren).
Y es esto último lo que precisamente creo que hizo grande a 'Calvin y Hobbes', porque por muy adulto que uno sea, y comprenda perfectamente la postura de los personajes secundarios de las tiras, es muy fácil sentirse identificado con Calvin, porque en mayor o menor medida prácticamente todos habremos tenido algún momento donde hemos visto la vida de forma similar a como la ve Calvin, y por ello disfrutamos contemplando cómo Watterson canaliza esa forma de ver la vida para sus sátiras.
Ho!
En España se pueden encontrar varias recopilaciones de las tiras que se publicaron durante diez años, y aunque yo escribo esta entrada tras leer la recopilación de Brugera 'En todas partes hay tesoros', hablaré un poco del producto en general.
Quien me lea habitualmente, habrá visto que en varias ocasiones recurro a la sátira de algunas tiras de Watterson para expresar algún mensaje, y es que Calvin y Hobbes son posiblemente mis personajes de tiras cómicas favoritos, me gusta mucho el humor tan ácido que Watterson destila cuando pretende criticar algo, pero también la personalidad que ha conseguido dar a sus personajes.
Y es que 'Calvin y Hobbes' no es sólo una reflexión crítica sobre la sociedad moderna (educación, mercantilismo, arte, normas sociales...), gran parte de su éxito es su forma de combinar esas tiras con otras donde se satiriza la cotidianidad y algunas costumbres humanas, o donde Calvin es simplemente un crío con una enorme imaginación, al que le encanta leer cómics o jugar con la nieve, que intenta por todos los medios rebelarse ante las reglas que le imponen, o expresar su peculiar "arte", y que detesta lo que todo crío de su edad detesta, y todo ello con la habitual incomprensión de los adultos (y no tan adultos) que le rodean (y le sufren).
Y es esto último lo que precisamente creo que hizo grande a 'Calvin y Hobbes', porque por muy adulto que uno sea, y comprenda perfectamente la postura de los personajes secundarios de las tiras, es muy fácil sentirse identificado con Calvin, porque en mayor o menor medida prácticamente todos habremos tenido algún momento donde hemos visto la vida de forma similar a como la ve Calvin, y por ello disfrutamos contemplando cómo Watterson canaliza esa forma de ver la vida para sus sátiras.
Ho!
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