Este año me ha dado por hacer otro viaje a Asia, a la república de Corea, con ganas de conocer un poco su cultura y una de las ciudades más grandes del mundo, Seúl.
Para estas vacaciones destiné un total de diez días, saliendo de España hasta Moscú, y ahí haciendo un transbordo hasta Seúl, entre el viaje y el cambio horario el primer día sólo lo usé para llegar al hotel, y comprobar que viajar en taxi en Corea del sur es más barato que aquí (para hacer un viaje de unos 40/50 minutos por autopista nos cobraron unos 50.000 wons, que vienen a ser poco menos de 40€), además de que allí conducen bastante mal en general.
El día siguiente me costó arrancar por el jet lag, y cuando lo hice sólo fui a por una tarjeta de datos para el móvil que ya tenía comprada, comer, dar alguna que otra vuelta por las tiendas del distrito por dónde estaba el hotel y cenar una comida tradicional.
El tercer día amaneció lluvioso, así que de nuevo me costó arrancar, y lo usé para visitar distintas tiendas de frikadas varias, que aunque Corea no es Japón, sí que hay muchas tiendas con figuritas.
El cuarto día por fin hice algo de provecho, visité en Jongno el palacio Changdeokgung y sus jardines secretos, también conocido como palacio del este, y frecuentado históricamente por muchos reyes. Después de comer paseé por un distrito de tiendas, y aproveché para comprar algún que otro recuerdo, para hacer un poco de tiempo hasta que anocheciera y visitar así de noche el palacio Deoksugung de Jung, y finalizar el día visitando también el templo Jogyesa.
El quinto día pasé por una especie de centro comercial lleno de tiendecitas de videojuegos, y luego fui hasta la montaña Namsan, donde pasé por las sedes de algunos estudios de animación coreanos, y subí a la torre de Seúl, desde donde pude comprobar la inmensidad de la ciudad, y es que, mirara donde mirara, en el horizonte sólo veía ciudad y más ciudad.
El sexto día fui a Jamsil, a ver la Lotte world tower, el edificio más alto de Corea del sur, y uno de los más altos del mundo con sus 555 metros, no subí, pero aproveché para visitar el monumento Possibilities del español Jaume Plensa (muy similar a El alma del Ebro de Zaragoza), y el parque del lago Seokchon. Luego terminé yendo a una curiosa cafetería de Hongdae, y cenando por la zona.
En el séptimo día visité el Dongdaemun design plaza, y el famoso templo Bongeunsa de Gangnam. Por la tarde fui a otra curiosa cafetería que me podía haber ahorrado, ya que salvo la puerta de la entrada el resto no merecía los precios que costaba tomar nada allí.
El octavo día tocó visitar Bukchon, una villa de viviendas tradicionales, también intenté visitar ese día el palacio Gyeongbokgung, pero estaba cerrado, así que aproveché para visitar los templos Gilsangsa y Jeongbeopsa, ambos en Seoungbuk.
El noveno día era ya el último día de turismo, así que pude visitar el palacio Gyeongbokgung y poco más, ya que la lluvia volvió a hacer acto de presencia, y además tenía que mirar de gastar parte de los wons que me quedaban (aproveché para comprar un par de figuras de 'Lupin III'), ya que el día siguiente tocaba coger el avión, de nuevo con parada en Moscú.
Como veis fueron ocho días para visitar Seúl y aunque he visto más cosas menos reseñables que las que he comentado, la sensación es que he visto muy poco, además de que me hubiese gustado salir algo de Seúl para ver menos ciudad, pero bueno, quizás para la próxima si es que vuelvo.
Termino esta cronología con algunas fotos, otro día publicaré mis impresiones generales.
Ho!
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