Earl Stone es un horticultor de 90 años, y también veterano de la 2ª guerra mundial, que al verse apurado por las deudas de su negocio acepta ejercer de mula para un cártel mexicano y transportar por Michigan cocaína oculta en su coche. Su senectud le sirven para ahuyentar sospechas y de ese modo se convierte en una de las mulas más prolíficas del cártel. Tal es el volumen de su actividad que termina por captar la atención de la DEA.
Junto a Eastwood tenemos a actores de la talla de Bradley Cooper, Michael Peña, Laurence Fishburne, y Andy Garcia.
Al ser una película basada en la historia real del veterano de guerra Leo Sharp, sin duda era un papel perfecto para que el cineasta cogiera de nuevo los bártulos de actuar y nos ofreciera una nueva actuación de viejo cascarrabias, en una turbia historia contada con momentos entrañables e incluso divertidos, y dejando paso a una interesante oda al tiempo.
Pero dejando de un lado la buena labor de Eastwood con la cámara, su siempre interesante presencia como protagonista, y un ritmo con buen tino, bien es cierto que la trama es demasiado predecible, y tampoco se puede decir que en algún momento intente hacer el amago de desmarcarse. Además, la imagen que da del cártel es quizás demasiado afable, y el notable reparto que le acompaña queda demasiado desaprovechados en unos papeles muy planos.
Muy entretenida, pero lejos de las películas y las actuaciones más destacables del director sanfranciscano.
Ho!
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