Charlie lo tiene muy claro. Nicole, su esposa, es una mujer guapa, encantadora, llena de vitalidad, siempre capaz de crear a su alrededor un ambiente de jolgorio y alegría. Sabe perfectamente cuando apretarle las tuercas y cuando debe dejarlo solo. También tiene mucha mano con sus hijos, implicándose mucho en la felicidad de ellos.
Ahora Charlie y Nicole van a divorciarse. Él es director de teatro y ella actriz. Él se siente más apegado a Nueva York y ella a California. Cuando se sientan para hablar ya no tienen nada qué decirse, ¿qué otro camino escoger que no sea el de la separación?.
La película está protagonizada por Scarlett Johansson y Adam Driver.
Reconozco que el principal motivo de que me interesara la película era el reclamo de sus dos actores principales, y es que tanto Scarlett Johansson, como Adam Driver, se están mostrando como todos unos referentes en el cine actual, y en esta película no son menos, tanto uno como otro nos deleitan con unas actuaciones muy humanas y excelentes dentro de un matrimonio como cualquier otro, sin nada excepcional.
No en vano, el guion del propio Noah Baumbach busca precisamente ofrecer una historia muy cotidiana con la que la gran mayoría del público se puede sentir identificado, ese momento donde una relación llega a su fin, y aunque la intención inicial es llevarlo todo de forma madura, al final los reproches, las intromisiones de otras personas, y, sobretodo, los sentimientos que aún quedan, hacen que esa persona que hasta hace nada querías, se convierta en un desconocido capaz de hacerte mucho daño.
Sin duda una de las películas más destacable de lo que llevo visto del 2019.
Ho!
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