En el 2009 (2010 en territorios occidentales) salió a la venta un título exclusivo de Wii, desarrollado por Bandai Namco y Tri-Cescendo.
El viento sopla en el ruinoso paisaje llevando consigo los susurros de los espacios vacíos y las sombras de los antiguos compañeros. Un joven de nombre Seto parece ser el único ser humano restante. ¿Dónde estás las voces y las risas? ¿Dónde están los demás? ¿Qué les ha ocurrido? Cuando Seto enterró a su abuelo a finales del verano, se quedó solo en el sentido más literal. Y la soledad socava el espíritu humano como los ríos desgastan las rocas: poco a poco, pero de manera segura e inevitable, hasta que no queda nada.Con el pesar de la soledad en su punto más álgido, Seto toma la decisión de pasar a la acción y abandona su casa para averiguar si alguien o algo se ha salvado.
Aunque el juego salió en España, salió en inglés, sin traducir, pero existe una traducción hecha por fans.
Tenía este juego pendiente desde hace mucho tiempo, su ambientación me llamaba mucho la atención, y era un juego que me habían recomendando ya alguna vez a la hora de hablar de juegos que exploten la soledad. En ese sentido 'Fragile dreams: Farewell ruins of the moon' me ha parecido un juego muy interesante, con un bonito diseño artístico, y una excelente banda sonora, además, las pequeñas historias que iremos descubriendo de los pocos personajes que nos encontramos, y las distintas memorias que iremos encontrando, crean una atmósfera intimista que me ha gustado bastante. Quizás la historia principal sea la menos destacable.
El problema viene en que el juego es bastante corto (a mí me ha durado unas 12 horas tomándomelo con bastante calma), pero es que además de ser corto a partir de cierto momento el juego pega un bajón considerable, alargado con paseos eternos por zonas muy monótonas y sin mayor variedad. Por otro lado, si bien he destacado el diseño artístico, cabe decir que técnicamente el juego me ha parecido bastante pobre en muchos sentidos, y la jugabilidad no está nada depurada, resultando tosca y con algún que otro fallo.
En resumen, un juego plagado de buenas intenciones, bonito, reflexivo, pero cojo en varios aspectos.
Ho!
No hay comentarios:
Publicar un comentario