La fuente de los sueños daba esperanzas y sueños a todos los seres vivos. También era la causante de que los habitantes de Dream land tuvieran sueños reparadores y bonitos al dormir. Pero un día todos perdieron la capacidad de soñar en todos los sentidos. El Rey Dedede se estaba bañando en la fuente de los sueños, habiendo roto la varita estelar, fuente del poder de la fuente de los sueños, y repartido sus trozos entre sus secuaces. Kirby debe recuperar cada pedazo de la varita y volver a ponerla en su sitio.
Casi diez años después, el juego contó con un remake para GBA.
Aunque sí jugué su versión para GBA (fue mi segundo juego de Kirby), nunca hasta la fecha había jugado esta entrega de NES, sí lo probé alguna vez, pero su control no me terminaba de convencer (me resulta algo tosco, y como con cierto lag), pero en esta retrospectiva retro que estoy teniendo últimamente, me apeteció darle una nueva oportunidad.
Si bien el control sigue sin convencerme, he de reconocer que el juego me ha gustado mucho, es el juego que sentó todas las bases de lo que es a día de hoy la saga Kirby, con todos sus ingredientes tan característicos, debutando la posibilidad de adquirir habilidades, tanto como para avanzar, como para descubrir todos los secretos opcionales que el juego tiene, con minijuegos, y con unos niveles muy variados (incluso con un estupendo guiño a su predecesor), y técnicamente algunos escenarios me han parecido muy vistosos para lo que es habitual en la NES.
Un juego muy recomendable, incluso a día de hoy, y que ningún fan de Kirby debería perderse.
Ho!
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