En el 2014 se estrenó una nueva versión de la película ochentera de Paul Verhoeven, dirigida en esta ocasión por José Padilha.
El año es 2028, y el monopolio internacional OmniCorp lidera el campo tecnológico con sus drones militares y robots que le reportan billones. Ahora OmniCorp quiere llevar esa tecnología dentro de las fronteras del país, a las fuerzas del orden. La oportunidad idónea surge cuando Alex Murphy, un policía honesto y padre de familia que lucha por acabar con la corrupción y el crimen que asolan Detroit, es herido gravemente en un atentado. Con el dañado cuerpo de Murphy, OmniCorp creará un policía mitad hombre, mitad robot para patrullar la ciudad. El objetivo es llevar los Robocop a todas las ciudades del país, pero no contaban con una cosa: todavía hay un hombre dentro de la máquina que persigue hacer justicia.
Esta película está protagonizada por Joel Kinnaman, Gary Oldman y Michael Keaton entre otros.
Si bien no soy fan de la película original (ni mucho menos de sus secuelas), sí considero que es todo un icono de la época, y cuando en su momento vi el tráiler de este remake no tuve nada de ganas de verla, pero mira, pasan los años, y a veces a uno le apetece ver un poco de todo.
Y bueno, aunque la película no es tan horrible como el tráiler me hizo pensar, tampoco es que el resultado me haya convencido lo más mínimo, con un guion mediocre que no consigue cuajar ni en la acción, ni en el drama, ni en ese intento de debate existencialista, y que tampoco termina de ubicar su necesidad en una sociedad no tan degenerada..., a eso súmale unos personajes sin alma interpretados casi a desgana, y también un Padilha que parece más interesado en alejarse lo máximo posible de la versión de Verhoeven, aunque sea a base de ofrecer un producto totalmente blanqueado.
Un producto bastante olvidable.
Ho!
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