Durante unas vacaciones en una cabaña situada en mitad de un gran bosque, alejada de todo, una niña y sus padres se convierten en rehenes de cuatro desconocidos armados que obligan a la familia a tomar una decisión terrible. Deberán escoger a quién sacrificar y en caso que los captores obtengan un NO, un terrible suceso se desencadenará en el mundo exterior, provocando gran cantidad de víctimas. Con acceso limitado al mundo exterior, la familia deberá decidir qué creer antes de que todo esté perdido.
La película cuenta con las caras de Dave Bautista, Jonathan Groff, Ben Aldridge, Abby Quinn, Rupert Grint, Nikki Amuka-Bird y la pequeña Kristen Cui.
Se podría decir que la premisa me parecía, como mínimo, curiosa, pero creo que se hubiese podido exprimir mejor en manos de un guionista algo más valiente, y un director de actores mejor. Me explico. Creo que Shyamalan ha pecado de edulcorar en exceso las reacciones de algunos personajes, y la historia es tremendamente plana, y aunque intenta jugar al despiste, la historia va en una dirección tan marcada que no consigue engañar a nadie.
Respecto a la dirección, si bien su puesta en escena sigue siendo soberbia, aquí le pasa factura uno de sus principales rasgos, y es que las actuaciones que consigue en sus películas,
por lo general siempre han sido frías, y aunque
en esta película muestra personajes más emocionales, y los actores no están nada mal, la historia pedía
a gritos un mayor énfasis en eso. Tampoco ayuda que no se profundice apenas en
las motivaciones y las convicciones de los cuatro desconocidos, dando un resultado que, personalmente, me ha costado de creer.
Así pues 'Llaman a la puerta' me ha ofrecido un producto que, en mi caso, no consigue ir más allá de un "para pasar el rato".
Ho!
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