La semana pasada se estrenó la nueva película de Christopher Nolan, basada en la vida de J. Robert Oppenheimer, también conocido como el padre de la bomba atómica.
El doctor J. Robert Oppenheimer fue uno de los físicos y científicos más talentosos del siglo XX norteamericano. Su decisiva intervención en el proyecto Manhattan supuso un éxito y a la vez una tragedia: se pudo fabricar la bomba atómica, que cambiaría no sólo el rumbo de la Segunda guerra mundial, también el de la historia en adelante.
Las circunstancias en las que surgió tan terrible arma fueron apremiantes: se trataba de recortar toda la ventaja que habían obtenido los científicos del nazismo respecto al desarrollo de la energía atómica como arma bélica, una carrera que obligó a que Oppenheimer reclutara a lo más granado de la ciencia occidental para juntos aislarse durante meses en pleno desierto hasta obtener resultados.
La película está protagonizada por un gran reparto, encabezado por Cillian Murphy, Emily Blunt, Matt Damon, Robert Downey Jr., Florence Pugh, y muchas otras caras conocidas.
'Oppenheimer' es un drama histórico que nos narra tanto el ascenso del Dr. Oppenheimer, como su posterior caída tras el éxito del proyecto Manhattan, una película de tres horas de duración con un ritmo trepidante, y con muchas lecturas en un relato donde Nolan pone todo su oficio a disposición de una trama política, humana, y con un debate moral entre la física y su uso bélico muy reflexivo (y con mucho poso), sin renunciar en ningún momento a su estilo visual y sonoro.
Nolan además consigue ofrecer una solemnidad muy adecuada en todo momento, con unos diálogos excelentes, y unos personajes donde se pone en manifiesto el acierto de tener un reparto con tanto oficio, con unas excelentes actuaciones. Pero quizás lo más reseñable es el hecho de que hayan sabido trasmitirnos el horror de los efectos de la
bomba atómica sin necesidad de enseñarnos directamente su poder
destructivo.
Quizás la única pega venga después de que se termine todo el clímax que alcanza el fin del proyecto Manhattan, centrándose de lleno en los tejemanejes políticos para terminar con la figura pública de Oppenheimer, algo que se va perfilando durante toda la película con distintos saltos temporales en la trama, pero que ocupa toda la parte final, dándole un desenlace interesante, pero que, a esas alturas, consigue que el ritmo se resienta.
Ho!
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