Dirigida por Eiichiro Hasumi, 'Resident evil: Death island' es la cuarta película animada de Capcom, quinta si contamos la miniserie 'Oscuridad infinita'.
El agente Leon S. Kennedy tiene la misión de rescatar al Dr. Antonio Taylor de unos secuestradores, cuando una mujer misteriosa frustra su búsqueda. Mientras tanto, Chris Redfield está investigando un brote de zombis en San Francisco, donde no se puede identificar la causa de la infección. Lo único que tienen en común las víctimas es que todas visitaron la isla de Alcatraz recientemente. Siguiendo esa pista, Chris y su equipo se dirigen a la isla, donde les espera un nuevo horror.
La película se estrenó en todo el mundo este verano.
Como viene siendo ya habitual en mí con todo lo que rodea a Capcom, vi esta película sin ninguna expectativa, y se podría decir que casi, casi, me parece entretenida, con una animación pasable, bastante acción, y una historia que, aún partiendo de una premisa que es un mal chiste, tiene algún que otro momento interesante.
Pero el principal problema, lo que más me sacó de la película son los sinsentidos que hay a veces, los personajes se comportan en muchos momentos sin ninguna lógica (mención especial a ese momento con Jill con un arma en la mano donde deja que agredan a uno de sus compañeros delante de sus narices como si nada), algunos diálogos son de risa, las personalidades de los protagonistas cada vez se desdibujan más...
No es que pida nada medianamente sesudo a las adaptaciones de unos juegos cuyos guiones son un auténtico queso con agujeros, y que hace mucho tiempo que no dan más de sí, pero sí que al menos no muestren semejante dejadez a la hora de hacer una película.
Ho!
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