En 1999 Isao Takahata estrenó 'Hôhokekyo tonari no Yamada-kun', una adaptación de la obra de Hisaichi Ishii.
Los Yamada son una típica familia japonesa de clase media, residente en la gran Tokio. En esta película vemos varios episodios de su vida, desde los conflictos domésticos más triviales hasta los problemas más serios.
La película, animada por el estudio Ghibli, tiene una duración de poco más de hora y media.
Pues en mi intención de terminar de ver todas las películas del estudio de Totoro y compañía, había dejado esta para el final por ser una de las que menos me llamaba, por ser quizás un formato no muy amigable para una película (hablamos de una sucesión de episodios sin mayor nexo entre ellos que la propia familia), pero la verdad es que me ha sorprendido gratamente.
Gratamente porque pese a la sencillez de un dibujo tremendamente minimalista, Isao Takahata ofrece un producto con una animación que no defrauda lo más mínimo, y también gratamente porque aunque las historias se limitan a contar retazos ordinarios de una familia, sin nada especial que los haga destacar, el conjunto me ha ofrecido un resultado entretenido, disfrutable, y con unos personajes que, insisto, sin nada fuera de lo común, destilan cierto carisma muy acogedor.
Es complicado recomendar 'Mis vecinos los Yamada' porque realmente estamos ante un producto que sólo destaca en la sencillez que ofrece, pero con ese pulso y esa sensibilidad tan propia del estudio nipón.
Ho!
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