Llevo unos años viendo cómo algunos deportes se han instaurado en una burbuja que, más pronto que tarde, terminará explotando, y es en la televisión de pago.
No cabe decir que cuando en su momento lo hicieron todo eran ventajas, unos ingresos mayores a costa de un público con la suficiente afición como para estar dispuesto a pasar por el aro y pagar, pero a nadie pareció importarle que eso, con los años, iba a ser contraproducente, pan para hoy, hambre para mañana. ¿Cómo?, pues es sencillo, la mayoría nos hemos aficionado a muchos deportes como espectáculo porque hemos tenido fácil acceso a ellos, nos hemos podido empapar de ellos, y hemos estado rodeado de más gente como nosotros. Pero a día de hoy podemos ver cómo las nuevas generaciones tienen cada vez un interés menor, y es porque están mucho más limitadas, muchos no tienen acceso a ellos, y la mayoría de la gente de su alrededor están como ellos.
Que en España la afición por la F1 se diluyera era comprensible, ya que se podría decir que la gran afición que hubo aquí pasaba porque había un piloto español luchando por cosas grandes, pero que también se esté diluyendo en las motos (yo mismo he ido perdiendo interés en ellas desde que se hizo de pago), o incluso en el fútbol, ya deja entrever que esa burbuja está más cerca de llegar a su fin.
Parecía imposible que en España, que siempre hemos tenido el fútbol hasta en la sopa, este pudiera verse afectado, aunque obviamente le afectará de forma mucho más lenta que a otros deportes más minoritarios, pero cuando el presidente del Real Madrid salió a defender el esperpento de la Superliga que presentaron, reconoció que las nuevas generaciones cada vez tienen un interés menor en el fútbol (otra cosa es que las medidas que su modelo propone no hacen más que tratar de poner parches a una burbuja que ha empezado a dejar de crecer), aunque se dejó que las anteriores generaciones también vamos teniendo un interés menor, o al menos, no el suficiente como para pagar por verlo (y esto lo digo por el atracón que me estoy dando estos días gracias a todos los partidos de la Eurocopa que estoy viendo precisamente por darse en abierto).
Con esto no digo que vaya a desaparecer ningún deporte, amén de que en otros países la cultura por la televisión de pago está más arraigada y esa desaceleración será mucho menor, pero es probable que, con el tiempo, los presupuestos multimillonarios en los que se mueven algunos dejarán de ser sostenibles, y aunque traten de seguir buscando maneras de seguir hinchando esa burbuja en la que están montados, el no dar la suficiente importancia a la renovación de sus aficionados les terminará pasando factura, y ya veremos si, cuando decidan actuar, no será ya demasiado tarde, y las nuevas generaciones ya han generado aficiones por otros espectáculos que sí supieron estar donde ellos, por avaricia, decidieron dejar de estar.
Ho!
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