Trinidad y su hermano llegan a un pueblo donde los confunden con federales. Aprovechándose de ese privilegio, se dedicarán a campar por el pueblo plantándole cara a los malvados y no dejándose intimidar por nadie; lo que hará sino aumentar los problemas y las peleas...
Esta entrega, de casi dos horas, contó de nuevo con Enzo Barboni en la dirección, y con el dúo Terence Hill y Bud Spencer como protagonistas.
Si bien de la primera película tenía bastantes recuerdos, de esta entrega no tanto, o eso creía hasta que empecé a ver ciertos detalles que aún perduraban en mi mente, como la partida de cartas y la posterior muestra de habilidad de Trinidad con el revolver, o las ocurrentes respuestas del "niño" a la familia de campesinos que tantas veces se cruzan.
A grandes rasgos se podría decir que 'Le seguían llamando Trinidad' mantiene totalmente el mismo tono de su predecesora, una película del salvaje oeste, con una trama bastante similar, pero con ese toque de humor tan distendido, y esas peleas locas tan características.
Quizás esté un peldaño por debajo de la anterior película, porque ya no cuenta con su frescura, y porque le sobra quizás algo de metraje, pero aún así me ha parecido entretenida y divertida.
Ho!
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