Y para sorpresa de nadie, tras la buena taquilla de las dos anteriores, Jef Fowler dirige una nueva película de Sonic.
Sonic, Knuckles y Tails se reúnen para enfrentarse a un nuevo y poderoso adversario, Shadow, un misterioso villano cuyos poderes no se parecen a nada de lo que nuestros héroes han conocido hasta ahora. Con sus facultades superadas en todos los sentidos, el equipo Sonic tendrá que establecer una insólita alianza con la esperanza de detener a Shadow y proteger el planeta.
La película cuenta de nuevo con Jim Carrey (por partida doble), con James Marsden y Alyla Browne como figurantes para darle algo de sentido a las motivaciones de Sonic y Shadow.
Teniendo en cuenta que las dos películas anteriores no me hicieron tilín, pocas expectativas tenía de esta tercera, pero mira, pese a Jim Carrey, posiblemente sea la única entrega que salvo de la quema, y recalco lo de "pese a Jim Carrey" porque la película abusa mucho de él, con un humor muy tontorrón, en demasiados momentos, y por duplicado además.
Pero quizás gracias a que casi todo el humor recae en los personajes de Carrey, los momentos bufonescos de Sonic quedan muy disipados, y el personaje de Shadow le da un tono más serio en general, tanto a la trama como a la amenaza que supone, con momentos muy espectaculares entre Shadow y el propio Sonic.
Visto lo visto está claro que habrá una cuarta parte, y la escena tras los créditos ya nos hace una idea de por dónde irán los tiros, y seguramente trate de repetir la misma fórmula que ha dado tanto éxito a las tres pelis.
Ho!
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