'Mary y la flor de la bruja' es una película del estudio Ponoc, un estudio formado por ex-integrantes de Ghibli.
La película está dirigida por Hiromasa Yonebayashi, que en Ghibli se encargó de dirigir 'Arriety' y 'El recuerdo de Marnie'.
El mayor reclamo de la película era sin duda que venía de gente de Ghibli, y eso se nota sobretodo en la animación, los diseños, y el mimo que destila en general todos los aspectos técnicos de la película, una película que desde luego tiene ese sabor con el que que tantas veces nos deleitó el viejo estudio de Totoro y compañía. Toda una carta de presentación de lo que es capaz el estudio.
El problema es que la historia realmente no pasa de entretenida (y en algunos momentos ni eso), al guion le cuesta ponernos en contexto, y desconozco lo fiel que habrá sido al relato original de Mary Stewart, pero deja muchas cosas sin explicación aparente, y cuando entra de lleno en el nudo y en el desenlace la sensación de déjà vu que queda es quizás excesiva.
No quedará en mi recuerdo como una destacable película de animación, pero para pasar el rato sí ha servido.
Ho!
Mary es una niña que vive con su tía abuela Charlotte en el campo, donde no pasa casi nada. Un día sigue a un misterioso gato hasta el bosque y descubre un viejo palo de escoba y una extraña flor que sólo florece cada siete años en ese mismo bosque. El palo de escoba y la flor llevarán a Mary por encima de las nubes hasta llegar a la universidad Endor, una escuela de magia dirigida por madame Mumblechook y el brillante Doctor Dee. Pero allí suceden cosas terribles y después de mentir, Mary tendrá que arriesgar su vida para que todo vaya bien.
La película está dirigida por Hiromasa Yonebayashi, que en Ghibli se encargó de dirigir 'Arriety' y 'El recuerdo de Marnie'.
El mayor reclamo de la película era sin duda que venía de gente de Ghibli, y eso se nota sobretodo en la animación, los diseños, y el mimo que destila en general todos los aspectos técnicos de la película, una película que desde luego tiene ese sabor con el que que tantas veces nos deleitó el viejo estudio de Totoro y compañía. Toda una carta de presentación de lo que es capaz el estudio.
El problema es que la historia realmente no pasa de entretenida (y en algunos momentos ni eso), al guion le cuesta ponernos en contexto, y desconozco lo fiel que habrá sido al relato original de Mary Stewart, pero deja muchas cosas sin explicación aparente, y cuando entra de lleno en el nudo y en el desenlace la sensación de déjà vu que queda es quizás excesiva.
No quedará en mi recuerdo como una destacable película de animación, pero para pasar el rato sí ha servido.
Ho!
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